Retratos

Degas hizo del retrato La familia Bellelli una ocasión para el registro desapasionado y objetivo de sutiles tensiones psicológicas y divisiones internas en la representación de un grupo refinado de la aristocracia segundona italiana.
Linda Nochlin

Durante los años 60, el género que más cultivó Degas fue el del retrato. Mostró una gran habilidad y perspicacia para seguir una de las reglas de oro de todo buen retratista: captar la personalidad del retratado para plasmarla en el lienzo.

Esta obra, a pesar de ser de juventud, constituye una obra maestra, que destaca por su modernidad en el tratamiento del tema. Se trata de una obra de gran formato (2 x 2,5m) que comenzó cuando estaba en Italia, en 1858 y finalizó en París. Durante su estancia en Florencia, convivió con unos parientes: el barón napolitano Gennaro Bellelli y su esposa Laura, tía paterna de Edgar Degas.

Tema

bellelli
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Retrato de la familia Bellelli
Edgar Degas, 1858-63

En esta escena aparece la pareja con sus dos hijas, Giovanna y Giulia, de luto por el reciente fallecimiento del padre de Laura, Hilaire de Gas, abuelo del pintor. Hilaire aparece retratado en la sanguina enmarcada colgada de la pared del fondo, cerca de Laura.

Según cita Rewald, Degas no decía a sus modelos la pose que debían adoptar, sino que, en sus propias palabras, prefería hacer «retratos de gente en actitudes familiares y típicas, dar sobre todo a su cara la misma facultad de expresión que se da al cuerpo». Y esta obra es magistral en la combinación de espontaneidad y de rigor.

Gestos

Gestos en La familia Bellelli

Gestos de rigor en
La familia Bellelli

Hay rigor en las actitudes y gestos, sobre todo de la baronesa Bellelli, absorta en sus pensamientos, y de su hija Giovanna que mira con gesto contenido y atento al expectador. La otra niña, Giulia, de 7 años, viste de luto, igual que su madre y su hermana, pero mantiene una pierna invisible, doblada bajo la falda, y las manos ocultas, en un gesto muy infantil. Parece mirar a su padre.

Gestos en La familia Bellelli

Gestos cómplices en
La familia Bellelli

Llama la atención que Gennaro Bellelli aparezca sentado de espaldas al espectador, mirando a su hija, como una presencia ausente. Da la impresión de que la inquieta niña del centro cumple la función de enlace emocional entre la absorta Laura, y su esposo.

Gabriele Crepaldi, por su parte, avisa de que el análisis del juego de miradas entre los personajes del cuadro, revela que Degas viola el precepto clásico de hacer que dichas miradas sigan las líneas de perspectiva del cuadro. Así consigue un efecto más natural y espontáneo.

Detalles

Espejo de La familia Bellelli

Espejo de
La familia Bellelli

Para recrear el efecto de profundidad Degas utiliza un recurso clásico, ya utilizado por los pintores flamencos de interiores, y por Velázquez en Las Meninas: un espejo sobre el que se reflejan objetos presentes en otros lugares de la misma estancia en la que se desarrolla la escena.

En la obra aparecen también elementos que transmiten inquietud y malestar: los colores fríos, la puerta abierta reflejada en el espejo, el perrito (cortado por el encuadre) saliendo de la escena en la esquina inferior derecha...

 
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