Claude Monet (1840-1926)

Claude Oscar Monet es considerado unánimemente como el más claro representante de la pintura Impresionista. A pesar de sus difíciles inicios, de las dificultades económicas, y de la incomprensión del mundo artístico hacia sus primeros trabajos, Monet se mantuvo firme en su revolucionaria concepción del lenguaje artístico. Hasta la década de 1880 no empezó a tener reconocimiento de público ni de crítica, y durante los 20 últimos años de su vida fue considerado como el pintor vivo más célebre de Francia.

En nuestro estudio de la obra de Monet, recorreremos las distintas fases por las que pasó la evolución de su estilo.

Los primeros años de Monet

Monet nació en 1840, en una familia de comerciantes. Debido a los problemas económicos del padre, la familia Monet tuvo que trasladar su residencia a la ciudad de Le Havre, en la costa normanda, donde Claude creció. Muy pronto daría muestras Monet de un talento artístico que en un principio canalizó en forma de caricaturas. A los 15 años ya se había ganado una buena reputación de caricaturista en Le Havre.

A los 17 años abandonó el instituto para dedicarse a la pintura por entero, y entró en contacto con Boudin, que enseguida reconoció su talento y le estimuló para pintar paisajes al aire libre.

En 1859, con 18 años llega a París, y conoce a un destacado maestro de la Escuela de Barbizon, Constant Troyon, que le recomienda aprender en el taller de Couture (con quien también estudió Manet). Pero Claude prefería enseñanzas menos académicas que encontró en la Academia Suisse, que sólo facilitaba el acceso de los aprendices a modelos para copiar, y donde conoció a alguien que iba a ser gran amigo suyo desde entonces: Camille Pissarro.

Después de dos años de servicio militar en Argelia, unas fiebres tifoideas le hacen regresar anticipadamente a Francia, y durante su convalecencia en Le Havre sigue pintando con Boudin y conoce a Jongkind.

En 1862, a su regreso a París, Monet ingresa para estudiar durante dos años en el taller de Gleyre. En este taller no aprendió demasiado, y estuvo allí a regañadientes, pero en él conoció a tres jóvenes pintores que fueron desde entonces grandes amigos suyos: Renoir, Sisley, y Bazille.

La merienda campestre, Claude Monet, 1865-66
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La merienda campestre
Claude Monet (1865-66)

En 1864 ocurre un hecho importante para el grupo de amigos: Manet presenta en el Salon su La merienda campestre. Esto estimula a Monet a crear una gran tela de 4,20 m. de alto con el mismo tema, donde las figuras eran mucho mayores que a tamaño natural. Solamente se conservan dos tercios de esta gran tela divididos por el propio Monet en dos trozos. Hay una versión de la misma escena pero de menor tamaño (130x181cm), que se conserva en un museo moscovita, y que reproducimos aquí.

Los años siguientes son de mucha actividad pictórica y muchos cambios para Monet: conoce a una joven, Camille Doncieux, que le sirve de modelo, y en 1867 tienen su primer hijo, casándose tres años más tarde. Son años de gran penuria económica para Monet y su familia, en los que el único consuelo para el pintor es su entusiasmo por su obra y su amistad con otros miembros del «grupo de Batignolles» con los que comparte tertulia semanalmente en el café Guerbois.

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